Microwd empresa social con las mujeres excluidas de Nicaragua
Alejandro de León, fundador y CEO de Microwd empresa social está contento. Lo que empezó como un sueño hace dos años, se consolida. ¿Quién iba a pensar que un madrileño iba a solucionar el problema de desconfianza que el sistema financiero formal de Nicaragua tiene en las mujeres emprendedoras de su país?
Los microcréditos no los inventó Mohammad Yunus. Prestar dinero es probablemente la ocupación más antigua de la humanidad. Lo que hizo Yunus (Premio Nobel de la Paz en 2006) fue convertir a las personas más pobres del mundo en clientes del sistema financiero formal.
Han pasado más de cuarenta años desde que Yunus prestó de su propio bolsillo unos 27 USD a 42 mujeres en Jobra, probando así que las mujeres con menos oportunidades eran capaces de hacer frente a las deudas del crédito. Ese fue el germen de Grameen Bank y del desarrollo de metodologías para conseguir que los índices de repago en mujeres fuesen cercanos al 100% en los países menos adelantados.
El milagro de los microcréditos ha sacado de la trampa de la pobreza a decenas de millones de personas en todo el mundo aunque hoy todavía hay lugares donde las emprendedoras no pueden poner en marcha el sueño de ser autosuficiente. Alejandro ha dado con la clave para abordar el problema en Nicaragua. Microwd es la plataforma que conecta a mujeres emprendedoras e inversores españoles aportando como valor añadido la relación directa entre inversor y prestataria.
Magallanes Value Investors y Microwd empresa social juntas para crecer
Microwd cuenta con dos nuevas accionistas e inversoras: Blanca Hernández, socia fundadora y consejera delegada de Magallanes Value Investors, y Mónica Delclaux, también socia fundadora y directora financiera de la gestora independiente especializada en value investing.
Las dos socias fundadoras de Magallanes han adquirido un 14% de la empresa y, con su inversión, van a ayudar a 500 mujeres de Nicaragua y Perú. Blanca Hernández explica que “es una clase de activos que nos encanta porque combina rentabilidad económica y social. No está correlacionada con los mercados, aporta diversificación, ofrece un 8% en dólares al inversor y tiene un impacto social sostenible y medible”.
Mónica añade que “nos decidimos a invertir en Microwd empresa social porque buscábamos la generación de riqueza más que la redistribución. En definitiva, se trata de proporcionar las herramientas necesarias a las mujeres emprendedoras para que puedan salir de la pobreza de manera sostenible, fortalecer la economía familiar y garantizar la educación de sus hijos”.
Alejandro de León, fundador de Microwd empresa social explica que “con su inversión van a financiar los proyectos de 500 mujeres en varios países de Latinoamérica para que salgan del círculo de la pobreza y, al mismo tiempo, la adquisición del 14% de nuestra compañía supone un aval al trabajo que estamos desarrollando desde 2016 y que pretendemos exportar a otros países como Guatemala, Ecuador, Kenia o Ghana”.
Microwd empresa social referente para las ONG y para la Agencia Española de Cooperación
Microwd es fascinante. Su misión es empoderar a mujeres en los países menos adelantados pero lo hace sin pedir donaciones ni ayudas públicas. Es la prueba que el mercado permite escalar soluciones que dan respuesta a la pobreza y a los principales retos sociales del momento. ¿Cuántas iniciativas basadas en relación ONG-donante han fallado? ¿Cuántos proyectos de cooperación internacional fallan cuando termina el monto de la ayuda?
Microwd empresa social le dice al tercer sector que las actividades económicas son una herramienta ideal para quien quiere ayudar a los más pobres, especialmente ahora que las ayudas han caído drásticamente. La Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID) debería también tomar nota e invertir en empresas sociales que hacen cooperación internacional como Microwd, Ecoalf o Auara.
El movimiento global de las empresas sociales está creciendo de manera importantísima en todo el mundo. Es posible abordar los retos sociales más importantes del momento planteando soluciones empresariales. El propósito en las empresas es rentable: permite a las empresas locales vincularse con agendas internacionales, motiva e implican a empleados, nos diferencian de la competencia y es una herramienta de marketing (marca, contenidos, producto) enormemente atractiva. Y rentable. Gracias a Alejandro de león y otros emprendedores sociales españoles porque nos recuerdan que impacto social y rentabilidad van de la mano.