El movimiento global de empresas sociales
El movimiento de las empresas sociales (social enterprise) está creciendo de manera importantísima en todo el mundo. Las mejores universidades como Stanford, Harvard, Columbia, tienen sus social enterprise clubs formados por alumnos y enseñan modelos de negocios para cambiar el mundo de manera transversal a todos sus programas académicos. En Reino Unido, la plataforma Social Enterprise UK, engloba a una comunidad formada por 70.000 empresas sociales.
¿Sabes qué es una empresa social? Las empresas sociales existen para cumplir una misión social o medioambiental que puede ser alcanzada mediante la venta de productos o servicios. En España, la marca de moda Ecoalf, vende ropa y complementos fabricados a partir de basura del océano que luego transforma en tejidos y materiales. Ecoalf existe para limpiar los océanos. Auara, la marca de agua mineral embotellada vende agua para financiar programas de acceso a agua limpia en los países más pobres del mundo: Camerún, Benín, Malawi…Auara existe para que los pobres tengan acceso al agua.
Empresas sociales en España
Hay más de 150 ejemplos de empresas sociales en España que están cambiando el mundo. Worldcoo promueve el redondeo solidario en tiendas ecommerce y financia programas sociales de ONG, Teterum comercializa un té para dar trabajo a personas con discapacidad, Roots for Sustainability es una consultora que integra a los más pobres del mundo en el sistema formal de recogida de basuras y Braibook es el primer ebook para personas ciegas que convierte al braile cualquier texto.
La diferencia con la RSC es que ésta es sólo un complemento a la actividad empresarial y no tiene por qué determinar el funcionamiento ni los objetivos de la empresa. Las empresas sociales van al mercado para cambiar el mundo, son un híbrido entre el modelo tradicional de la ONG que recibe la donación solidaria de sus socios y la empresa convencional. La empresa social quiere ser independiente de la filantropía y aprovechar el potencial que el mercado tiene para impactar positivamente sobre las causas de la pobreza. Son muchas las iniciativas que desde sectores diversos y formas de configurar la empresa están abordando retos sociales mediante el comercio con productos y servicios.
En los últimos años, la inversión tradicional ha incorporado criterios de bien social y medioambiental en sus decisiones de inversión, y ha nacido la llamada Inversión Socialmente Responsable (SRI por sus siglas en inglés) que excluye de su cartera a sectores como el armamentístico, tabaco, alcohol o automoción. Las empresas sociales del sector inversión van más allá e invierten para conseguir que sus participadas cumplan con su misión social y medioambiental: es la llamada inversión de impacto. En España, Ship2B, Creas, Unltd Spain, La Bolsa Social u Open Value Foundation, acompañan a las startups sociales con mayor potencial y las conectan con la inversión que necesitan para que cumplan con esa misión social.
Las empresas sociales que actualmente operan en España son la vanguardia de un movimiento que crece exponencialmente en todo el mundo. Promovido aquí por las universidades como ESADE Business School, por comunidades de emprendedores sociales como Impact Hub o UtopicUS, e incluso por algunas AAPP como el Ayuntamiento de Barcelona, unen en un mismo modelo el emprendimiento, la tecnología y las ganas de cambiar el mundo. Dichos ingredientes aseguran que habrá mayor atención por parte de las grandes empresas, bancos y gestoras de patrimonio y que impulsarán su crecimiento en los próximos años.
La comunidad de empresas sociales Social Enterprise
Desde Social Enterprise España queremos acelerar ese proceso y que el movimiento de las empresas sociales deje de ser marginal para convertirse en un fenómeno generalizado. Nuestra visión es una sociedad que incluye el valor social y medioambiental en sus decisiones de consumo, en cómo invierte y en la manera en que diseñamos empresas.
Ser una empresa social genera beneficios sociales y medioambientales y también interesantísimas ventajas económicas, está demostrado: el propósito es rentable. No se trata de que las empresas sean ONG sino de que incluyan los objetivos sociales y medioambientales como algo central a la toma de decisiones y a sus departamentos de marketing. Hemos estado en el Reino Unido y en EEUU y hemos visto el futuro. En dichos países, el movimiento está generalizado, el doing good no es sólo altruismo, las empresas entienden que el propósito social y medioambiental es fundamental para diferenciarse de la competencia, para generar contenidos relevantes y para estar entre el grupo de actores que camina hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Contacta con nosotros si crees que podemos trabajar contigo una estrategia dirigida a abordar los grandes retos sociales.