El brote de COVID19 ya ha alcanzado oficialmente proporciones de pandemia, según declaró el miércoles pasado la Organización Mundial de la Salud. La situación es especialmente preocupante en el caso de los países más pobres, que no tienen acceso a los recursos necesarios para hacer frente a la situación.
En junio de 2014, el virus del Ébola había infectado a unos centenares de habitantes del oeste de África occidental. Países como Guinea, Liberia y Sierra Leona necesitaban ayuda urgente, pero la comunidad internacional tardó tres meses en proporcionar la financiación necesaria para dar una respuesta al brote. Para entonces, el número de personas infectadas se había multiplicado por diez en los tres países afectados.